No estaba lista para ser madre.

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¿Has escuchado esa famosa frase que dice: “lo que te trajo hasta aquí no te llevará a donde quieres ir”?

Después de casi 3 años tratando de concebir sin resultados, caí en cuenta que si bien al haber cambiado mis filtros incorrectos del amor romántico, los hombres y las relaciones, había podido atraer un alma compañera; un hombre que amo, valoro y me expande a todo nivel, ese trabajo personal interno no sería suficiente para llevarme al siguiente nivel de vulnerabilidad, entrega y confianza radical en el Universo que requeriría de mí el poder ser madre.

Me explico: para la gran mayoría de las personas, tener un hijo es un camino para llenar vacíos emocionales, retener una pareja y hasta un check más en la lista de “entregables”de la vida adulta.

Pero para una mujer despierta espiritualmente es otra cosa.

Una mujer despierta tiene un hijo con la consciencia que se convertirá en el canal terrenal para que un alma entre a esta experiencia humana.

El canal que contiene todos los regalos en forma de dones y lecciones para que ese alma alcance su máximo potencial en la tierra.

Mi gran realización, el balde de agua fría fue darme cuenta que, aunque sabía esto intelectualmente, yo aún no estaba allí a ningún nivel.

Me di cuenta que mis temores, inquietudes y preocupaciones frente a la maternidad solo se enfocaban en aspectos logísticos, económicos y profesionales, pero nunca había sembrado la intención de convertirme en el canal más limpio, puro y amplio a nivel espiritual y energético para recibir ese alma.

Y son los canales limpios, puros y amplios los que el Universo puede llenar con su infinita abundancia.

Con mucho dolor y frustración pude ver la raíz espiritual de mi infertilidad.

Me di cuenta como una vez más, yo misma me estaba metiendo en mi propio camino. Como yo era el gran obstáculo para la manifestación de mi creación más grande.

¿Llevas años tratando de manifestar un gran amor y no se te da?

Te preguntas: ¿Hasta cuándo voy a seguir colocando “encontrar el amor” en la lista de intenciones de Año Nuevo?

¿Hasta cuándo otra Navidad, Fin de Año y fechas especiales sin alguien especial a mi lado?

Sé cómo se siente. Estuve ahí muchos años.

Por eso, te invito a hacerte la pregunta:

¿Cómo soy yo misma mi propio obstáculo para la manifestación de mi relación de amor?

Te regalo 3 prácticas que estoy segura te darán el regalo de poder verlo:

  • Honestidad radical: es indispensable dejar de decirte mentiras o verdades a medias. En el silencio de tus pensamientos, si te permites escuchar, sabrás que no es tu trabajo absorbente, las app de citas ni esos kilitos de más lo que te ha impedido encontrar pareja.

Reflexiona en las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que realmente te intimida o da miedo de tomar acción para encontrar pareja?

Cuando miras a personas logrando encontrar pareja, ¿Hay algo que ellas tienen o hacen que tú no estás en capacidad de hacer?

¿Qué hábito o creencia (que ya has identificado) te previene de encontrar pareja?


  • Responsabilidad personal: el punto de inflexión, la práctica que tiene el poder de cambiarlo todo.

Responsabilidad personal no es que tú tengas la culpa de todo lo que te pasa. Es más bien saber que aún si no eres culpable, ahora esa situación o crisis está en tu vida y es tu deber tomar acción para solucionarlo.

Por ejemplo: si en tu momento de honestidad radical te das cuenta que lo que te intimida es sentirte rechazada, o volver a tener citas frustradas donde los hombres no vuelven a llamarte y no saber por qué, pero no haces nada para aprender a manejar el rechazo, sino que te paralizas y no vuelves a tener citas, no estás tomando responsabilidad.

 

Responsabilidad personal es entender que el significado de tu vida es el significado que tú estés dispuesta a darle.

  • Pedir ayuda: no es fácil ver nuestros mecanismos de defensa y sabotaje. No es segunda naturaleza tomar acciones valientes y consistentes para cambiar una mentalidad o hábito. Por eso los cambios son tan difíciles.

Lo fácil es negociar con tu mente y convencerte de que o de algún modo esto se va a resolver solo, o que tú tiempo para el amor ya pasó.

¿Cómo salir de ese estado?

Hoy es el día de preguntarte: ¿cómo me sentiría si de aquí a 6 meses mi vida amorosa siguiera exactamente igual como hasta ahora?


La respuesta honesta a esa pregunta te ayudará a decidir.

Si te da lo mismo que todo siga igual, entonces no necesitas cuestionarte nada.

Pero si aspiras a sentirte realizada en tu vida profesional y además, amada y celebrada por un hombre que sientas a tu nivel a todo nivel, entonces ya sabes que tus acciones tendrán que reflejar la inmensidad de esa visión.

Cuando reconoces esto, sabes qué tan rápido y qué tan acompañada necesitas estar para lograr esa visión del amor realizado en tu vida.

 

¿Esto ha resonado contigo?

 

Con amor,

 

Liseth.

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